El País (Galicia). La agrupación local del Partido Popular de Viveiro (Lugo) hizo público un comunicado en el que acusan al bipartito (PSOE-BNG) que gobierna este municipio de la costa lucense de «acosar y perseguir a la mayoría de los empleados municipales» que les generan desconfianza.
La denuncia se centra especialmente en el ingeniero municipal, quien tuvo que recurrir a una baja médica. Según el PP de Viveiro, el ingeniero municipal recibió un trato «vejatorio y humillante» por parte de miembros del gobierno municipal. El PP atribuye esta situación a «la independencia e imparcialidad» del funcionario, que no se somete a «las presiones» del alcalde y primer teniente de alcalde para que «firme informes urbanísticos que den satisfacción a los compromisos de dudosa legalidad que, con toda probabilidad, ambos han adquirido».
Aseguran que son «incontables» las acciones de «presión insoportable» llevadas a cabo por el bipartito contra el funcionario. Incluso expresan la sospecha de que el alcalde, el socialista Melchor Roel, pudo llegar a promover una denuncia que presentó un promotor contra el ingeniero municipal por presunta prevaricación.
En el PP de Viveiro muestran su «sorpresa» por el hecho de que no se haya abierto una investigación interna para conocer las razones que se esgrimen en la citada denuncia. La situación es tan «alarmante y preocupante», explican, que el ingeniero se puso de baja un viernes, y el lunes siguiente, cuando regresó a su despacho para recoger pertenencias personales, se encontró con que le habían cambiado la cerradura. El comunicado subraya que el asunto es «tan esperpéntico que el ingeniero tuvo que ir acompañado de un Notario a su despacho».
El PP afirma que se está generando «un clima enrarecido y de crispación entre el propio personal que es difícil de calificar», lo que se traduce «en una ralentización impropia de una administración en la resolución de expedientes y una merma en la calidad de la atención a los ciudadanos».