El portavoz de Pesca del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Joaquín García Díez, ha reclamado al Gobierno el aumento de las cuotas de bonito del norte y el máximo control para garantizar el cumplimiento de las normas por todas las flotas que participan en la pesca costera del bonito en aguas del Cantábrico, que este año será una de las más cortas de la historia en estas aguas.
Según explica García Díez, “un año más en las aguas del caladero cantábrico se reproducen los problemas durante la conocida como costera del bonito, y de manera especial las quejas de nuestros marineros y armadores ante la presencia de buques de pabellón francés e irlandés que utilizan artes y modalidades de pesca mucho más agresivas con el ecosistema marino y que les permiten incrementar de manera muy sensible sus capturas”.
“La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico aprobó para el presente año una subida del 12,5% de las toneladas concedidas en el año anterior, pero el Ministerio dejó de asignar cerca de 1.000 toneladas sin una explicación al sector, por lo que desde este Grupo Parlamentario también pedimos explicaciones”, añade el responsable de pesca del PP en el Congreso.
“Es bien sabido que mientras los boniteros españoles se ciñen a los límites que se establecen desde la Secretaría General de Pesca y que sus descargas diarias se controlan diariamente mediante la herramienta Gestcuotas, que permite conocer todos los datos de los desembarcos de nuestra flota, parece no ocurrir lo mismo con las flotas francesa e irlandesa, de las que no conocemos sus consumos de cuotas”, señala García Díez.
Igualmente, subraya, “es destacable que nuestra flota gallega, asturiana, cántabra o vasca utiliza artes como el curricán, la cacea o el cebo vivo, todas ellas consideradas artesanales, mientras que las flotas francesa e irlandesa utilizan el arrastre pelágico, que resulta dañino para el ecosistema marino”. Concretamente, es de destacar “el daño que producen estas prácticas en otros animales marinos como delfines, tortugas u otros cetáceos”.
Todas estas circunstancias, explica García Díez, motivan la necesidad de un control muy especial en toda la cadena de la pesquería, como el respeto del límite de las 12 millas, de las cuotas o de los descartes, entre otras cuestiones.
Por todo lo anterior, el portavoz de Pesca del GPP ha anunciado que su grupo presentará una iniciativa en el Congreso por la que reclamará al Gobierno “ejercer el máximo control para garantizar el cumplimiento de todas las normas por parte de las flotas que operan en la costera del bonito, especialmente en lo referido al consumo de cuotas y la generación de descartes”.
Asimismo, también se pide al Gobierno que inste a la Unión Europea “a primar y favorecer el uso de artes selectivas y más sostenibles, respetuosas con el medio marino y generadoras de descartes cero, como las utilizadas por la flota española en el Cantábrico en la costera del bonito”.
Finalmente, se exigirá al Ejecutivo que continúe “utilizando los argumentos científicos, económicos y sociales que permitan, de acuerdo con ese conocimiento, lograr mayores cuotas anuales de esta especie en las futuras citas anuales de ICCAT.