Madrid, 9 de marzo de 2010.- “La subida del IVA es antisocial, antieconómica, regresiva, inoportuna e insensata. Afectará en mayor medida a aquellos que menos tienen, especialmente a pensionistas, parados y mileuristas, y representará una fuerte carga para las PYMES y los autónomos, que o bien tendrán que repercutir la subida en los precios, lo que retraerá el consumo y la actividad económica, o tendrán que estrechar todavía más sus menguados márgenes de beneficios, lo que puede resultar la puntilla para muchos de ellos. En cualquier caso esta subida contraerá la actividad económica y el consumo y empeorará la situación de desempleo”.
El portavoz de Economía del Partido Popular en el Senado, José Manuel Barreiro, denunció, con estas palabras, el grave error que, en opinión de su partido, supone la proyectada subida del IVA. Lo hizo en el transcurso de una interpelación al Gobierno, en la que debatió con la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
Barreiro recordó que el déficit público español –el 11,4% del PIB al término de 2009 para el conjunto de las administraciones públicas (casi 120 mil millones de euros) y el 9,4% en lo que respecta a la administración central (casi 100 mil millones de euros)– está alcanzado unas cotas desmesuradas, situándose entre los déficits públicos más altos de los países de la OCDE. “Esto –señaló- pone en peligro la sostenibilidad de las cuentas públicas españolas y supone un gravísimo riesgo para la recuperación económica en una situación de crisis tan grave como la que estamos atravesando”.
Una situación grave que el portavoz económico del PP propuso combatir con energía, aunque criticó severamente el método elegido por el Gobierno. Barrero aseguró que la futura subida de los tipos del IVA que el Gobierno realizará a partir de la segunda mitad del año supone “un terrible error que agravará de manera dramática una situación económica ya extraordinariamente deteriorada”.
Frente a ello, el senador del PP exigió al Gobierno que renuncie a la subida de impuestos y, como contramedida, reduzca el gasto público desmedido e improductivo, que compromete el futuro de los ciudadanos españoles, al endeudarlos de una manera brutal.
El portavoz económico del PP destacó, asimismo, que la capacidad recaudatoria de esta medida va a ser mínima, porque, al contraer el consumo, se recaudará menos de lo esperado y porque, al reducir la actividad económica y afectar al desempleo, se reducirá lo recaudado por las demás figuras impositivas. “Esto –argumentó- ya se demostró en la última subida del IVA, que por supuesto también realizó un gobierno socialista en 1995, cuando el Estado recaudó 902,12 millones menos de lo previsto (un 4,2% menos) por culpa de la reducción del consumo que supuso”.
Barreiro, en contraposición, propuso bajadas de impuestos para reactivar la actividad económica, recuperar el empleo y, al mismo tiempo reducir el déficit. “Las bajadas de impuestos –explicó- liberarían recursos para que los ciudadanos pudiesen incrementar su consumo y aumentar su actividad productiva”.
Como argumento de autoridad, el portavoz económico del PP, se refirió a la Comisión Europea, que prevé que la subida del IVA causará una recaída de la economía española en el tercer trimestre del doble de lo que prevé el gobierno, y provocará que la española sea la única gran economía europea que se contraerá en 2010.
Asimismo, se refirió a informes de expertos que afirman que la subida de dos puntos en el tipo general del IVA y de un punto en el tipo reducido provocará una caída de la producción de unos 9.100 millones de euros, un 0,91% del PIB, en el primer año de aplicación y tendrá un impacto recaudatorio muy bajo ya que provocará la reducción de la producción y por tanto de los ingresos de los demás impuestos. Además afirma que la mayor parte del aumento de la carga fiscal recaerá sobre los pobres, los mayores y los pensionistas.
Frente a las subidas impositivas, Barreiro apostó por la recuperación de la confianza, tanto a nivel nacional como internacional. Algo, dijo, para lo que el Gobierno de Zapatero es el principal problema.
En su réplica a Elena Salgado, el senador del PP aseguró que el plan del Gobierno para reducir el gasto llega tarde y, lo que es peor, no es creíble por sus excesivamente optimistas previsiones macroeconómicas. Asimismo, apostó nuevamente por la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, para que se impongan techos de gasto de obligado cumplimiento a todas las administraciones del Estado.