Partido Popular de Lugo

José Manuel Barreiro Fernández, presidente del PP de Lugo: «La actitud de Cacharro no fue nada favorable durante la campaña»

Javier Sánchez de Dios / SANTIAGO
Mantiene el tipo, a pesar de que las elecciones locales resultaron desfavorables para su partido y para su apuesta personal. Perdida la Diputación Provincial -la joya de la corona lucense, algunos creen que en parte por culpa de Francisco Cacharro- asume la responsabilidad y recuerda que, pese a todo, sus cifras no son peores que otras. Hace unos días se lo dijo a la directiva provincial del PP de Lugo.
– Algunas personas esperaban una reunión de «cuchillos largos». ¿Los hubo?
– No. Cuchillos largos no hubo, pero sí mucha autocrítica, y creo que eso es bueno, ¿no? La finalidad de la reunión era abrir una reflexión…
– ¿Y cuál es el resultado del análisis?
– Hombre, yo no puedo estar satisfecho con los resultados en la provincia. Para nosotros no fue un buen resultado. Y hay que tenerlo presente aunque en términos de Galicia pueden parecer otra cosa ya que tenemos el mismo nivel de voto que en Pontevedra, con más de un 42 por ciento, algo menos que en Ourense y más que A Coruña. Pero eso no significa que consideremos bueno el resultado final, y por eso tenemos que ver por qué y analizados municipio por municipio y caso por caso.
– Usted puso su cargo a disposición de la directiva. ¿Es una dimisión a medias?
– No. El análisis hay que hacerlo con espíritu crítico, y poner el cargo a disposición es algo normal, debe resultar una referencia democrática. Y si los miembros de la junta directiva dicen que hay que continuar, pues se continúa con más fuerza y más ilusión aún.
– ¿Salió respaldado por sus compañeros?
– Yo nunca sentí que me faltase su respaldo, tengo que decirlo con claridad. Ni me sentí falto de ánimo. Sí me sentí dolido, porque le repito que no esperábamos ese resultado y decir lo contrario sería poner una cortina de humo que no se corresponde con la realidad. Yo personalmente confiaba en que íbamos a mantener la mayoría absoluta en la Diputación y eso no fue posible por diversas causas. Y es preciso afrontarlo, porque hay problemas y hay que analizarlos sitio por sitio y si hace falta mesa por mesa.
– ¿El principal problema se llama Francisco Cacharro?
– Si nosotros decimos que este resultado es consecuencia de la actitud de Cacharro no estaríamos diciendo la verdad. Pero si decimos que la actitud de Cacharro no ha sido nada favorable en relación a esta campaña, sería cierto. Lo que pasa es que yo creo que el resultado ha sido la consecuencia de la confluencia de una serie de factores, uno de ellos la imagen de falta de unidad que se ha transmitido como consecuencia de esas actitudes.
No es bueno que una persona que lleva siendo presidente de la Diputación veinticuatro años, muchos también como senador, y es tanto una cosa como la otra porque el PP lo ha propuesto y le ha apoyado y ha trabajado para que él pueda estar en esos cargos -lo que no le resta méritos-… pues, como le iba diciendo, yo creo que una persona en esa situación institucional como la de él tiene que tener otra actitud. Y lo digo con toda claridad, pero que nadie piense que pretendo eludir algo, porque lo primero que dije fue que el único responsable de lo ocurrido soy yo, presidente provincial del partido.
– ¿Se lo dijo a él?
– No he podido decírselo personalmente porque no ha asistido a la reunión a pesar de estar convocado. Fue invitado a participar en la campaña, pero prefirió no hacerlo. En una reunión que tuve con él, muy larga, en septiembre del año pasado le expliqué esto y le dije que todos nos debíamos a un proyecto de partido, al margen de que hubiese personas, como es su caso, que aportaron mucho. Pero eso no excluye a nadie de ese compromiso.
-Hablando de compromisos: el señor Núñez Feijóo insiste en ofrecerle pactos al Bloque, y eso extraña en algunos sectores de su electorado…
– Mis ideas al respecto son de sobra conocidas. El PP es un partido no nacionalista, eso conviene recordarlo, y por tanto tiene una concepción diferente a la que tiene por ejemplo el BNG. Esto, aunque parezca una obviedad, hay que tenerlo presente. Pero no quiere decir que a la hora de presentar un proyecto político para Galicia no estemos obligados a hablar con todas las fuerzas políticas y por lo tanto también con el BNG. No coincidiremos, por supuesto, en cuestiones de política estatal, y quizá haya diferencias importantes en aspectos relativos a la política gallega, pero es probable que existan muchos puntos de coincidencia en lo que se refiere a la política local. Y sería fácil, incluso, llegar a acuerdos puntuales. Yo estoy de acuerdo con la política de Alberto Núñez, creo que eso hay que hacerlo, y no veo que se falte a ningún tipo de compromiso desde el punto de vista de nuestro electorado. Sin renunciar a los principios hay que defender nuestra autoidentificación.