La Voz de Galicia (A Mariña). Al igual que ocurrió con diez de las once licencias adquiridas por silencio administrativo en la junta local de gobierno del 26 de septiembre del 2006, el PP de Viveiro denuncia irregularidades en los trece permisos otorgados por el gobierno local, por esta misma vía, en las reuniones de los días 14 y 27 de noviembre, y 4 y 11 de diciembre del año pasado, cuyas actas acaban de conocer.
Faltan informes sectoriales y los informes técnicos y jurídicos, cuando existen, son negativos, aseguró ayer el concejal popular Antonio Solla. «Emplear una argucia legal como el silencio administrativo en urbanismo no es más que la constatación de un fracaso de gestión. El PP, en los veinte años de gobierno en Viveiro, jamás tuvo que dar una licencia por silencio. El PP no se opone mientras se cumpla la ley y tenemos fundadísimas sospechas de que no se está actuando conforme a la legalidad», dijo. El edil retó a la conselleira de Política Territorial, a cuyo departamento van a remitir los expedientes, como hicieron con los anteriores, a actuar con «la objetividad» de la que hace gala en actos públicos, ironizó, e intervenir. Sobre su papel en las comisiones de urbanismo, Solla recalcó que respalda los expedientes que contienen informes técnicos y jurídicos favorables y rechaza los demás. Y volvió a preguntar si lo que se pretende es dejar mal al PP o si existen compromisos ocultos del ejecutivo que le llevan, por ejemplo, a no aprobar ni una sola acta de las comisiones de obras celebradas desde hace más de un año, «con la complacencia ignorante de Izquierda Unida».
Solla lamenta que el bipartito recurra «a la injuria y la difamación más reprobable, hablando de que con el PP hay edificios construidos sin licencia, pues no se aporta ninguna prueba (…). Son patrañas e invenciones para desviar la atención». En la misma línea se manifestó el portavoz municipal del PP.
César Aja desmintió las acusaciones vertidas por el bipartito, habló de situación «esperpéntica y kafkiana» y reiteró: «Las licencias dadas por silencio sin los informes sectoriales previos son, a nuestro juicio, ilegales». Admitió su parte de responsabilidad en la situación de la normativa urbanística de Viveiro, pero culpó del desastre al bipartito y su incapacidad de sacar adelante el Plan Xeral.
Aja negó haber consentido obras sin licencia. Otros, aseveró, sí lo están haciendo. Y Solla preguntó: «¿Dónde están los proyectos de ejecución de obras que están a punto de concluirse y cuyas licencias se adquirieron por silencio?».